viernes, 17 de abril de 2015

Limpieza de griferia cromada

La limpieza de griferia .

La primera idea que hay que tener en cuenta en la limpieza de cualquier tipo de grifería es que no deben utilizarse bajo ningún concepto productos abrasivos compuestos a base de ácidos y amoníaco. Este tipo de productos dañan el cromado. Para la limpieza hay que usar siempre jabones neutros. También se puede emplear jugo de limón (para el cromado) o agua con un poco de vinagre (para quitar la cal).
Siempre limpiaremos nuestras griferías con una esponja, nunca con virutillas , ya que éstos pueden rayar el cromado.
primer  problema que nos encontramos con las griferías es la cal, es su principal enemigo. Podemos evitar que el óxido de calcio forme sedimentos que dañen el cromado y las piezas de los mismos, si limpiamos el grifo de manera superficial y lo secamos después de cada utilización 
Como hemos dicho, para una limpieza más profunda de las marcas residuales de cal puede utilizarse un jabón neutro. Después, procederemos a su aclarado y secado como hemos dicho anteriormente. Para eliminar el posible sarro o moho derivados de la humedad del ambiente, puede utilizarse también un cepillo pequeño para poder llegar a todos los bordes.

Limpieza del aireador y rociadores.


Cuando se observe que el agua fluye mal o no sale con suficiente presión, debe procederse a una limpieza del aireador o difusor, ya que es probable que éste esté obstruido por los sedimentos que pueda transportar el agua.
El aireador es la pieza que está al borde del caño por dónde sale el agua y que suele llevar un filtro a modo de rejilla.
Para su limpieza, hay que desmontarlo con ayuda de una llave. Coloca un trapo entre el aireador o la llave para evitar arañarlo al ejercer la presión. Una vez desmontado, saca las rejillitas de su interior y límpialas con agua y un cepillo pequeño. Para eliminar las partículas más incrustadas, puedes utilizar un alfiler o una aguja. Si está muy obstruido y no consigues limpiarlo, puedes optar por sustituir el aireador por uno nuevo. En los almacenes de suministros de fontanería suelen contar con aireadores de repuesto de las marcas habituales de grifería, e incluso modelos universales.
Finalmente, coloca nuevamente el aireador en la grifería utilizando de nuevo la llave y el trapo. No aprietes demasiado, así  no te costará tanto quitarlo la próxima vez que lo quieras limpiar.


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